Lo que no sabías sobre los Pretzel
Lo que no sabías sobre los Pretzel, es que esta deliciosa galleta, bollo o panecillo alemán horneado, que actualmente acompañamos con todo lo que se nos ocurra, ¡porque así nos encanta…! y se puede combinar tanto con lo más dulce o lo más salado, tiene mucha historia qué contar. Su nombre viene de la palabra alemana antigua “Bretzel”, que en latín significa “brazo pequeño”, dado que, por su forma de lazo, parecen dos brazos entrelazados. Lo más curioso es la historia antigua que guarda este delicioso pan, pues resulta que estaba relacionado con las festividades célticas que se daban a inicios de primavera y la forma que conserva este postre tiene mucho qué ver con esta temporada del año.
Resulta que en esos meses de Marzo-Abril donde la naturaleza florece nuevamente, estamos en tiempos de Aries (sí, el signo zodiacal) y como los Pretzels formaban parte de las comidas en torno a la celebración, su forma tiene que ver con los cuernos del cornero que representa el signo zodiacal. Pues sí, esta galleta o pan salado, como lo reconocen algunos, tiene mucho qué ver con el signo de Aries que se empodera de la primavera.
Actualmente los Pretzels han recorrido al mundo y numerosas franquicias han logrado posicionar a este aperitivo como un ícono de las meriendas y desayunos porque su variedad de sabor es tanta que puede ser mezclado con lo que desees. Desde queso parmesano, orégano y ajo hasta el clásico de azúcar y canela o para los más dulceros, con chocolate y dulce de leche acompañado generalmente con un vaso de leche o un café. Para los más experimentales o a los que les gusta “ingeniárselas” un poco más con la cocina, existen combinaciones de Pretzels realmente asombrosas como: Pretzels de pimentón y vegetales o Pretzels de piña (o ananá) con lima.
Los Pretzels al haberse popularizado tanto, han logrado que las franquicias en cada país o región lo comercialicen con lo que la cultura del lugar se identifique; pues muy inteligentemente sabemos que de eso se trata la gastronomía, de la cultura alimenticia de un lugar.
Pero aún hay más historias alrededor de este panecillo alemán, pues hasta los romanos llegaron a comerlo y hacerlo parte de su dieta, llamándolo panis tordus ¿se imaginan a Julio César comiendo un Pretzel? ¡Eso habría que verlo! Luego, unos años más adelante, en la Edad Media, los monjes Borgoña y Relania lo entregaban como recompensa a los niños que hacían el bien, pues afirmaban que este pan significaba el entrelazo de dos manos de niños en señal de alabanza y lo llamaron brachiola. La tradición católica tomó tanto a los Pretzels, que luego en el catolicismo del sur de Alemania, los feligreses adornaban las palmas con Pretzels el Domingo de Ramos de la Semana Santa.
Pero… ¿Sabes por qué es tan particular el sabor de estos panecillos que hasta como ofrenda fue recibido? Porque su masa tiene una mezcla entre harina, levadura, azúcar o sal, leche y mantequilla que le da una suavidad tan rica que, al momento de morder, sea dulce o salado, degustas una mezcla tradicional de la repostaría realmente deliciosa: crujiente por fuera y blandito por dentro. Con esta reseña, te regalamos más de la tradición alemana en un delicioso Pretzel que podrás comer donde quieras, ¡aprovecha, que están por todo el mundo y no dejes de mezclar sabores para que experimentes con tu paladar!