Los siete errores más comunes al brindar los primeros auxilios
Los siete errores más comunes al brindar los primeros auxilios, los accidentes llegan a nosotros sin previo aviso causando consecuencias fatales en muchas oportunidades; tener el conocimiento básico de atención médica puede significar la salvación de una vida. Sin embargo, prepararse en esta área de la salud no es un asunto que deba tomarse en vano; así como los médicos, los bomberos y los policías deben de pasar por un arduo periodo de aprendizaje, las personas que quieren bridar primeros auxilios deben capacitarse con los profesionales del oficio y así evitar una mala atención que pueda conllevar a fatales resultados.
Es verdad que tenemos la cultura de creer saber cómo se atienden ciertas contrariedades como ahogo por comida, un desmayo o una herida leve; pero muchas de estas creencias están mal infundadas y conocer sus errores es vital para cambiar los hábitos de ayuda. Aquí te presentamos los errores más comunes al brindar primeros auxilios:
1.- Acortar el tiempo de exposición al agua fría en una quemadura. Al quemarnos la piel, el calor se adentra en los tejidos y el agua fría es lo único que puede equilibrar la temperatura de la zona; para ello es necesario dejar el área quemada de 10 a 15 minutos, menos de esto sólo garantiza aliviar la quemadura en el exterior. Y olvídate de colocar manteca u otros alimentos sobre la piel quemada porque empeorará todo.
2.- Movilizar a una persona después de un accidente corporal. Ya sea por un choque o una caída de gran altura, cuando el cuerpo recibe un fuerte golpe que lo inmoviliza lo mejor es dejarlo tal cual está y llamar a emergencias lo más rápido posible. Si movilizamos a la persona corremos con el riesgo de causarle una parálisis, pues no sabemos lo afectado que puede encontrarse internamente.
3.- Retirar una gasa antes de tiempo. Las gasas son colocadas para evitar la infección de una herida y para que la piel se pueda regenerar. Si quitamos la gasa, ya sea porque empezamos a sangrar repentinamente o por simple curiosidad, haremos que retroceda la sanación de la herida. Si sangramos lo ideal será colocar otro trozo de gasa sobre la que ya tenemos.
4.- Extraer objetos del ojo con tu propia mano. El órgano ocular es uno de los más delicados. Si entra un objeto pequeño, se recomienda pestañear repetidamente hasta que los lagrimales lo expulsen voluntariamente. En caso de penetrar un objeto mayor se debe cubrir el ojo con un vaso plástico y acudir directamente a emergencias para que extraigan con los instrumentos adecuados el cuerpo extraño del ojo.
5.- Evitar que la sangre de la nariz salga. La reacción inmediata cuando sucede esto es inclinar la cabeza hacia atrás, pero este movimiento puede hacer que la sangre se vaya hacia la garganta provocando un ahogo. Frente a este común evento debes hacer presión con tus dedos sobre las fosas nasales y mantener el mentón paralelo al suelo.
6.- Aliviar el dolor de un esguince o fractura aplicando calor. Si queremos bajar la hinchazón debemos aplicar frío, pues el calor la aumentará. Ya sea con hielo o con una compresa, la zona debe ser tratada con temperatura fría.
7.- Creer que con la solución inmediata está resuelto el problema. Sí, quizás ya pasaste el ahogo o ya te recuperaste del desmayo pero ¿quién te garantiza que no haya consecuencias a causa del incidente que acabas de sufrir? Ante cualquier dolor del que tengamos una respuesta tenemos que acudir con un especialista para conocer la razón de lo que aqueja.
Saber otorgar primeros auxilios es una virtud que todos deberíamos de aprender; pero con compresas, pastillas y agua no solucionamos un mal. Ante cualquier complejidad lo mejor es acudir al especialista correspondiente.
Los siete errores más comunes al brindar los primeros auxilios.-