Dictadura en Venezuela

Dictadura en Venezuela, HUGO CHAVEZ le debe mucho a Raúl Baduel. Cuando en 2002 Chávez fue obligado a dimitir como presidente de Venezuela tras una masacre de manifestantes en Caracas, fue el general Baduel, un antiguo aliado político, quien lo restableció al poder después de que una junta de oposición había suspendido ilegalmente la constitución. En agradecimiento, Chávez hizo ministro de defensa del general Baduel. Pero al jubilarse, el general se atrevió a oponerse a la campaña de Chávez para abolir los límites de los mandatos. Fue acusado de robar 10 millones de dólares y encarcelado. Dos días antes de completar su sentencia, este mes, el General Baduel fue acusado de traición. Su trato muestra cómo acorraló el gobierno de Nicolás Maduro, el sucesor elegido por Chávez. El Sr. Maduro tiene una calificación de aprobación de sólo el 18% de acuerdo con Datanálisis, un encuestador. La economía está en caída libre debido a la mala gestión y los precios más bajos del petróleo. Para atender su deuda externa, el gobierno redujo las importaciones a un tercio de su nivel en 2012.

Los venezolanos están sufriendo privaciones inéditas en lo que fue el país más rico de Sudamérica. Según un estudio realizado por tres universidades, el 82% de los hogares vive ahora en la pobreza. Eso se compara con el 48% en 1998, cuando Chávez llegó al poder. El aumento de la pobreza sigue a la mayor recaudación de petróleo jamás registrada en Venezuela. De los 1 billón de dólares que el régimen recibió en los ingresos del petróleo, tal vez un cuarto fue robado por expertos internos, según el International Crisis Group, un grupo de expertos. La mortalidad infantil está aumentando y los venezolanos mueren innecesariamente por la escasez de medicamentos. Los que pueden, se van; Quizás 2 millones de venezolanos ahora viven en el extranjero.

Para permanecer en el poder, el régimen socialista de Maduro está extinguiendo la democracia. La oposición ganó una gran mayoría en una elección legislativa en 2015. Desde entonces, el gobierno ha utilizado su corte suprema elegida a mano para anular el parlamento. La autoridad electoral, igualmente similar, bloqueó la campaña de la oposición por un referendo revocatorio. No pudo convocar elecciones para alcaldes y gobernadores regionales, el año pasado. La autoridad exige ahora el nuevo registro de los partidos de oposición, un proceso cuyas reglas son tan poco prácticas que parece destinada a abolir muchas de ellas.

Las conversaciones entre la oposición y el gobierno, negociadas por el Vaticano y la Unión Sudamericana, se derrumbaron en enero debido a que el señor Maduro mostró poco interés en liberar a los presos políticos o restaurar el gobierno constitucional. En cambio, se está volviendo más represivo. Su nuevo vicepresidente, Tareck El Aissami, encabeza un «comando nacional anti-golpe». Esto ha mantenido al general Baduel en prisión y encarcelado a varios otros oficiales del ejército, junto con miembros de Popular Will, un partido de oposición cuyo líder, Leopoldo López, ha estado prisionero desde 2014. Es una de las fantasías del régimen que enfrenta constantes intentos de golpe.

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