El curry un condimento intervenido
El curry un condimento intervenido, todos tenemos diferentes gustos y maneras de combinar condimentos y especies al momento de cocinar, existen tantas combinaciones que la buena cocina también es considerada un Arte. Sin embargo, algunas especies, ingredientes y condimentos se han popularizado en nuestras cocinas porque tradicionalmente sabemos que combinan muy bien con cualquier cosa, son como nuestras armas infalibles; por ejemplo, al tomate siempre le va bien el orégano o la albahaca, la salsa inglesa a la carne, el ajo va bien con todo lo salado y por allí sigue la lista. Entre los tantos, hay un condimento que es a la carne del pollo como lo es el queso a la pasta, son la pareja perfecta; sí, nos estamos refiriendo al milenario curry.
El curry es ese condimento amarillo, que no todos se atreven a usar, de un sabor tan potente y especial que aporta el toque especial y misterioso. Su sabor es tan particular porque este condimento reúne la mezcla de varias especies originarias en la India, región de la que es originario; sin embargo, el curry, como lo llamamos ahora, es un nombre otorgado por los ingleses al comercializarlo fuera de las tierras indias.
¿Qué pensarías si te dijera que el curry que has estado utilizando en tu cocina todo el tiempo no tiene nada que ver con el verdadero curry? ¡Así es! El curry actual nada tiene que ver con el plato original.
Para comenzar debemos saber que el curry que conocemos actualmente es una mezcla de diferentes especias que juntaron los ingleses para conseguir el mismo sabor que degustaban en el Kari. El Kari o Salsa de Tamal, es una especie de crema, cuyo ingrediente principal era la hoja del Árbol de curry nativo de aquella región; hoja que se marchitaba a los pocos días de ser arrancada generando en los ingleses, quienes buscaban su exportación, el deseo de encontrar una forma de convertirlo en un ingrediente no perecedero.
La mezcla que nosotros, los occidentales, conocemos como curry es llamada por los habitantes de la India Massala, esto se debe a que el polvo posee mucho más que la hoja de curry. El nombre se comercializó y borró el origen y la forma del plato principal, que se acerca más a la imagen de guiso, con agua, verduras e incluso otras especias.
Después de su expansión el curry se versionó, las especies con que se mezclaban variaban para aportar sabores y colores diferentes. Las regiones también han influido en el sabor y la presentación de este condimento en polvo, que aunque sigamos diciendo que es de la India, con cada minuto que pasa nos alejamos más de la idea original.
Los más populares son el curry amarillo, donde predomina la cúrcuma; el rojo, es el que permanece más fiel al sabor original, suele ser muy picante; y el verde, con hojas de lima kaffir y de albahaca, ambas de procedencia tailandesa.
Cómo luce y cómo sabe el curry varía incluso dentro del territorio Indio, y a pesar de que con la cocina fácil y rápida que embarga la contemporaneidad, en Inglaterra se han abierto muchos restaurantes que ofrecen platos que se remontan a la receta que descubrieron años atrás. Es como si devolvieran lo que una vez les intentaron quitar.
No nos estamos quejando del polvo del curry, es inevitable apreciar el delicioso sabor que le otorga a la comida. Pero sí queremos que la próxima vez que digan la palabra “curry” sepan que es mucho más que un condimento acompañante.